En los últimos días hemos escuchado hablar de muchas iniciativas colectivas para ayudar a las personas que están combatiendo el coronavirus COVID-19.
Hay mucha gente que en medio de toda esta crisis quiere aportar su granito de arena y están buscando de qué manera hacerlo. Como muchas de ellas son de makers, y yo no tengo impresora 3D (además, me ha pillado fuera de casa), he querido recopilar toda la información que he ido leyend0, por si a alguno le sirviera para ayudar.
Cabe mencionar que la mayoría de estas iniciativas son ideas primarias. Algunas de ellas están aprobadas, pero otras necesitarán de una aprobación de las autoridades competentes, así que mejor asegúrate antes de gastar energía en balde.
Mascarillas
Las mascarillas es uno de los materiales que más hace falta. Sobre todo a sanitarios y a gente que está en contacto con contagiados. El problema es que la población ha entrado en pánico, y todo el mundo se ha dedicado a comprar, desabasteciendo de esta manera el mercado.
Las mascarillas N95 son las únicas que protegen totalmente del virus. Estas filtran el 95% de las partículas en el aire, evitando que entren en la boca o en la nariz. El resto puede servir para ponérselo más difícil. O, si estás contagiado o lo sospechas, para evitar contagiar a los demás.
El coronavirus tiene un tamaño promedio de 120 nanómetros, por lo que las únicas útiles y recomendadas por la WHO son las FPP2 y FPP3.
Mucha gente se ha dedicado a fabricar mascarillas de tela, con material que todos podríamos tener por casa.
Además, hubo por ahí un diseño de una mascarilla impresa en 3D, pero que parece que no era nada efectiva y podía ser contraproducente, al crear sensación de seguridad, cuando podías acabar contagiado igual.
Otro problema de estas mascarillas es que deben desinfectarse correctamente antes de su uso y, aún más si son reutilizables.
Nota: Si no eres personal sanitario o no estás viajando habitualmente en transporte público, no necesitas una mascarilla. Simplemente aléjate de la gente. No te toques la cara y lávate las manos. Y déjalas para quien de verdad las necesita.
Viseras
Las viseras son un EPI (equipo de protección individual) que también les pueden servir a los sanitarios y policías, o incluso a gente que trabaja en supermercados.
Un grupo de makers (Coronavirus Makers) se han puesto manos a la obra y han comenzado a imprimir en 3D pantallas plásticas de protección para los que están en el frente de batalla.
Hay otras personas que han subido diseños más manuales a internet. Es el caso del diseño que aprovecha gorras a las que les pegan un plástico. El problema de esta es que hay que esterilizar muy bien las gorras, y que la idea es que sean retulizables.
Respiradores
Las máquinas de ventilación que ayudan a los pacientes más críticos con problemas respiratorios son otro punto débil en esta cadena de suministro a la hora de afrontar la crisis.
OxyGEN es un proyecto liderado por la empresa barcelonesa Protofy.xyz en conjunto con algunos hospitales de Barcelona. Están desarrollando un respirador manual tipo AMBU que se pueda fabricar en serie de una manera sencilla. Es una de las iniciativas que está teniendo más peso ahora mismo en España, pues tiene a gente potente detrás que está avalando todo lo que hacen.
Sin duda alguna, otra de las grandes ideas ha sido la de esta startup italiana al usar las máscaras de buceo de Decathlon con una válvula impresa en 3D. Si quieres leer algo más, en Maldito bulo han escrito un artículo detallando todo lo que saben. Están pensadas para situaciones muy críticas, pues por ahora tiene pendiente conseguir algún tipo de certificación.
Si el problema es la falta de respiradores, ¿qué ocurre si pudiéramos usar una sola máquina para suministrar aire a cuatro personas a la vez? Esto es lo que se les ocurrió a la Society for Academic Emergency Medicine de los Estados Unidos tras los graves problemas que tuvieron tras el huracán Katrina. Simplemente modificando la salida de la máquina lograron conseguir cuatro suministros a la vez. Incluso tienen un vídeo explicando el funcionamiento. Al igual que el resto de ideas, esta también está en un estado preliminar, y tiene algunos inconvenientes como el que no se pueden regular individualmente cada una de las salidas, por lo que haría falta que las personas conectadas a la misma máquina tuviesen las mismas necesidades. Por otro lado, podría haber también contaminación entre los propios pacientes.
Además, hay compañías que han cambiado radicalmente su línea de fabricación, y se están dedicando a producir respiradores para poder abastecer a los países que más lo necesitan. Caso de Dyson o de Tesla en conjunto con la empresa médica Medtronic.
Aplicaciones
Otro grupo de empresas (Telefónica, Carto, entre otras) se han unido en coordinación con la Comunidad de Madrid para desarrollar una aplicación (Coronamadrid.com) que logre descongestionar el teléfono de emergencias y, mediante la cual la gente se puede hacer un primer auto diagnóstico. Es una gran idea, pues libera recursos que pueden ser usados para quienes de verdad lo necesiten.
Estos se han inspirado en la aplicación que ha usado el gobierno de Korea del Sur para controlar a la población y reducir drásticamente el número de contagios. No obstante, estas dos aplicaciones son bastante diferentes, en tanto que la aplicación del país asiático, además de actuar como una ayuda al diagnóstico, ayuda a que el gobierno pueda controlar a que la gente no se salte la cuarentena (gracias a la geolocalización).
La plataforma Frena la Curva ha desarrollado un mapa online para poner en contacto a la gente que necesite ayude, con aquellos que quieran prestarla. Puedes ayudar llevándole la compra a tus vecinos si estos no pueden acudir al supermercado por las razones que sean. En esta página, puedes hablar con Susana. Una psicóloga que está prestando ayuda a quienes necesiten de su asistencia.
#Yaquevas es otra iniciativa que pretende conectar a gente para hacer favores. Si vas al supermercado, quizás no te importa pasar a recoger por la farmacia unos fármacos que necesite tu vecina.
Conclusiones
Es en estos momentos, y tras conocer de estas iniciativas, cuando la famosa frase: «Solo el pueblo salva al pueblo» toma más fuerza.
Gracias al esfuerzo de estas grandes comunidades, los gobiernos o administraciones se podrán apoyar en la lucha por aplanar la curva de contagio del coronavirus. Muchas de estas quizás no serán todo lo eficientes que pudieran ser (falta de conocimientos especializados y de estructura jerárquica y de procedimientos eficientes que podrían existir en una empresa), pero no hay que negar que cualquier esfuerzo merece la pena, y que, en situaciones como esta, este tipo de iniciativas hacen recobrar un poquito más la esperanza en la humanidad.
Resumen de recursos
- Planos e instrucciones para la impresión de viseras en 3D: enlace. (Este modelo además ha sido aprobado por la Comunidad de Madrid).
- Si quieres hacer una visera más casera: enlace.
- Para hacer mascarillas de tela: enlace. (No válido para sanitarios).
- Toda la información acerca de los respiradores: enlace.
- Para obtener información acerca de los dispositivos para duplicar las salidas de los respiradores: enlace.
- En la página de Coronavirus Makers podrás encontrar mucha más información.
- Si aún no sabes cómo se propaga el coronavirus y qué medidas tomar, puedes consultar la página de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: Salud: enlace.
- Si necesitas ayuda o quieres prestarla: enlace y enlace.
Actualización (29/03/2020): Hay muchos expertos que, al contrario que la WHO, sí que recomiendan usar mascarilla.
Estos proclaman que sí son efectivas. Si no, el personal sanitario no lo usaría. Una de las vías de contagio es causado por las gotículas procedentes de la boca o de la nariz de un infectado. Así que de esta forma, un infectado evitaría propagarlas a las personas de su alrededor (a unos 2 metros), y los sanos evitarían que entrasen en sus mucosas (ojos, nariz y boca).
El problema es que, si bien en Asia es una herramienta habitual de las personas corrientes en el día a día, en Europa y en América no estamos acostumbrados a su uso. Es por esto que existe un desabastecimiento, y estamos dejando sin el material de protección a los que sí están en contacto diario con infectados.
Como decía en el artículo, si vas a estar en contacto con gente a tu alrededor, puedes usarla. Si no, déjala por ahora a los trabajadores o gente que sí que tenga que usarla sí o sí. Ya tendremos tiempo de adoptar esa «tradición asiática».