«Hay una persona que es más rico que James Harden, Conor McGregor y Stephen Curry juntos. Nunca ha jugado un partido, tenido un equipo o demostrado ninguna habilidad atlética».

Así es como empezó Joe Pompliano su hilo en Twitter. Me llamó mucho la atención por lo curiosa de la historia y porque me gusta conocer la vida de gente interesante que, con determinación, han llegado a ser exitosos en su campo. Así que le pedí permiso a Joe para traducir su tuit en español, y aquí está.

Vamos a hablar de Michael Buffer. Posiblemente su nombre no te sonará, pero sigue leyendo y verás que lo habrás escuchado infinidad de veces por televisión.

Michael Buffer nació en Filadelfia y fue criado por su familia adoptiva después de que sus padres se divorciaran cuando aún era un niño.

Con 20 años, durante la guerra de Vietnam, Buffer se alistó en el ejército americano, sirviendo un total de tres años.

Después de su experiencia militar, trató de perseguir una carrera como modelo y actor. Comenzando a la edad de 23 años, Michael Buffer se pasó 15 años vendiendo coches, actuando y modelando, pero sin encontrar verdaderamente su pasión.

Todo cambió cuando a principio de los 80 estaba viendo un partido de boxeo con su hijo de 14 años.

Mientras veían el combate, el locutor del ring de boxeo no dejaba de trastabillarse con sus palabras, matando la emoción de la multitud.

Consternado por la actuación del locutor del ring y por su falta de entusiamo, Buffer pensó que él podría hacerlo mejor.

«Más tarde descubrí que eso era algo común»

Michael Buffer

Sabiendo que su carisma podría llevar emoción al ring, Buffer, ya con 38 años, envió su proposición como locutor a los casinos locales que iban a albergar próximas galas de boxeo.

Solo un hotel le dio una oportunidad: El Playboy Hotel & Casino.

Casi inmediatamente, Michael Buffer comenzó a ganarse su reputación por el modo en el que conseguía transmitir su emoción a todos los asistentes.

Su frase legendaria «Let’s get ready to rumble» se convirtió en su carta de presentación.

Como vio que esta frase comenzó a hacerse tremendamente popular, en 1992, Buffer tomó una decisión muy inteligente: registró su frase legendaria «Leeet’s get ready to rumbleee»

En estos 30 años, Buffer ha dado paso a miles de eventos deportivos en todo el mundo. Su caché suele estar entre los 25.000 y 100.000 dólares por cada introducción al ring, aunque incluso ha llegado a hacer un millón de dolares en alguna ocasión.

La prestigiosa empresa de videojuegos Midway le pagó 100 millones de dólares para licenciar su frase para siempre.

En total, Buffer tiene un patrimonio neto de 400 millones de dólares solo con las licencias de su frase en canciones, videojuegos y películas.

Aparte de sus honorarios por sus derechos de autor y sus presentaciones de boxeo, también ha presentado todo tipo de eventos mundiales. Podemos encontrarlo en televisión y en diversas películas interpretándose a él mismo. En 2015 incluso presentó un concierto multitudinario de reguetón de Don Omar y de Daddy Yankee.

Esta historia me llamó la atención porque Buffer comenzó su carrera como narrador a los 38 años. Apenas tenía experiencia como tal, pero estaba decidido a conseguir abrirse paso después de darse cuenta que existía una necesidad en el mercado. Hizo las cosas con pasión y se convirtió posiblemente en el presentador de eventos más icónico de los últimos tiempos.

Este artículo es una traducción del tuit que publicó Joe Pompliano, donde suele publicar historias interesantes relacionadas con el mundo de los negocios y del deporte. Tiene además una newsletter que se ha hecho viral por la calidad de su contenido. Desde aquí mi agradecimiento por dejarme traducir su hilo al español.